Seminario abordó diversos modelos para evaluar la comprensión lectora

07 de Mayo de 2018
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En encuentro organizado por el CIAE, se presentaron dos modelos para evaluar la comprensión lectura: un software y un modelo psicolingüístico.

El proceso de la lectura y su comprensión implican tres factores, que interactúan en forma dinámica prácticamente en todas las fases del proceso: un lector, un texto y su contexto. ¿Cómo evaluar entonces la comprensión lectora? Ese fue el tema principal del seminario “Comprensión lectora: qué es y cómo se puede evaluar”, organizado por el CIAE en el mes de abril.

En el encuentro, se presentaron dos modelos para evaluar la comprensión lectora. El primero es un modelo psicolingüístico, desarrollado por el profesor Bernardo Riffo (bernardo@udec.cl), de la Universidad de Concepción y que analiza los factores que intervienen en el proceso de lectura y la comprensión. “Los factores que interactúan en el proceso de la lectura y comprensión lectora -lector, un texto y su contexto- tienen diversos alcances específicos. Por ejemplo, los distintos componentes se encuentran en una zona común. Al mismo tiempo, existen espacios de interacción de solo dos de ellos (por ejemplo, lector-texto o texto-contexto o lector-contexto)”, explicó Riffo.

Por ello, su modelo se focaliza por separado en cada uno de esos componentes para lograr identificar habilidades específicas. Por ejemplo, en la dimensión textual se miden habilidades requeridas para resolver tareas en los distintos niveles de organización textual, desde la palabra hasta el texto en su conjunto. Mientras que en la dimensión pragmática, se evalúa la capacidad del lector de relacionar el texto con el contexto de situación (el entorno inmediato, el marco temporal – espacial en el que el texto se produce, transmite y recibe) y con el contexto cultural al cual pertenece. Y en la dimensión crítica, se analiza la relación crítica del lector con el texto y su contexto.

“Un aspecto relevante del modelo lo constituye la distinción entre, por una parte, aquella información que se requiere para responder la tarea y que puede presentarse en forma explícita, y, por otra, la que se encuentra implícita en el texto”, explicó el docente de la Universidad de Concepción. En su modelo propuesto de evaluación de la comprensión lectora, las inferencias  ocurren prácticamente en todo el proceso, por lo que se propone consignar, para cada pregunta, si la información proporcionada para su resolución está explícita o implícita. “En otras palabras, el carácter explícito o implícito de la información resulta un factor transversal a todos los criterios”, añadió Riffo.

Por su parte, la académica Mónica Veliz de Voz (mveliz@udec.cl), también de la Universidad de Concepción, presentó el software TRUNAJOD, desarrollado en el marco de dos proyectos Fondef, que analiza en forma automática textos escritos en español con el fin de extraer información acerca de su lecturabilidad. “La información obtenida se expresa en una serie de índices léxicos, sintácticos y semánticos que representan la complejidad del texto y su potencial dificultad para los lectores”, explicó Mónica Veliz.

Añadió que, para llevar a cabo la tarea, el software utiliza como datos básicos el etiquetado morfosintáctico de los textos realizado por una herramienta computacional de avanzada, Connexor Machinese Syntax, y la información léxica que proporciona Lifcach, un diccionario que estima la frecuencia de uso de las palabras del español de Chile. Esta información es cuantificada y analizada por el software a fin de calcular los distintos índices de complejidad del texto. Finalmente, para validar la herramienta se correlacionan  los índices con medidas independientes de lecturabilidad y resultados obtenidos de pruebas de comprensión lectora.


Fuente: Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: comprensión lectora   Ernesto Guerra  
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