Mauricio Pino, el investigador que apuesta por visibilizar el trabajo de las redes escolares

12 de Noviembre de 2020
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Uno de los desafíos de Mauricio Pino como investigador del CIAE es visibilizar y fortalecer el trabajo de las redes escolares, según su experiencia es el lugar en que se pueden hacer cambios y generar impacto en otros.

Apoderados que comenzaron a articularse con organizaciones del sistema escolar para recuperar el derecho a la educación de los y las estudiantes, luego de que el alcalde de la comuna cerrara sus establecimientos municipales. Esa fue la motivación de Mauricio Pino, investigador del CIAE, para comenzar a trabajar con redes escolares: el poder transformador de la articulación social. “Conocí a este grupo de apoderados haciendo mi tesis de doctorado, y esa idea de articulación por un fin común me pareció muy valiosa para generar cambios en un contexto particular”, señala.

El psicólogo de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y Ph.D en Políticas Educativas de la Universidad de Illinois, se introdujo en el mundo de la educación, al investigar sobre el desarrollo de habilidades cognitivas en la enseñanza de las ciencias: “A medida que investigaba en esa área me empecé a motivar cada vez más por el ámbito educativo, sobre todo porque podía ver una vía de transformación”, señala.

Luego, al realizar su tesis de doctorado y conocer cómo la articulación entre actores sociales puede generar un impacto positivo, comenzó a interesarse cada vez más por las redes escolares. 

Esa motivación lo llevó a trabajar en el Centro de Liderazgo para la Mejora Escolar, como parte del equipo de Liderazgo sistémico y Aprendizaje en red, donde lideró el monitoreo nacional a las redes de mejoramiento escolar y el desarrollo de un modelo para acompañar a redes educativas.

Es así como llegó a CIAE, incorporándose como investigador en 2019 al recibir una invitación para continuar desarrollando proyectos de investigación sobre redes escolares, y donde actualmente busca desarrollar una línea de trabajo dedicada a este tema. Uno de sus objetivos es que su trabajo permita generar conocimiento práctico para los colegios: “Me importa ir potenciando esa área de trabajo, siento que puede generar cambios, aunque sean pequeños, en nuestra sociedad”, explica. 

A corto plazo y considerando la pandemia del COVID-19, busca aportar lo que más pueda al sistema escolar: “Hemos visto que en pandemia han surgido muchas redes naturales, muchos establecimientos, equipos directivos y profesores/as están conectándose con otros justamente porque están en una situación de aislamiento social (...) Yo creo que el trabajo en red ahora es muy valioso porque te permite conectarte con otro y contar tus experiencias”, dice Pino.  Por ello,  actualmente se encuentra coordinando el desarrollo de un grupo de investigación internacional que busca conocer cómo la emergencia y las redes educativas se han adaptado para abordar la crisis derivada del COVID 19 en diferentes países.

Los efectos positivos del trabajo en red

El trabajo en esta área le ha permitido conocer, por ejemplo, cómo directivos han desarrollado mayores capacidades para indagar y aprender con otro. “Hay un efecto que puede sonar menor, pero que, para mí, es muy importante, porque cuando uno comienza a indagar y aprender con otro puedes cambiar la manera en que habitualmente ves las cosas”, indica Pino. Fue en 2018 durante el desarrollo de un proyecto con una red de 22 escuelas en la Región del Libertador Bernardo O’Higgins, en donde presenció cómo los directivos adquirieron dichas capacidades.

Fruto de esta experiencia, Pino, junto a Luis Ahumada, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, publicaron el artículo: "Collaborative inquiry networks: the challenge to promote network leadership capacities in Chile”. En el texto se describe que los directivos participantes de la red reportaron que los profesores/as de sus escuelas mejoraron las expectativas de logro sobre sus estudiantes.

Y esto lo logran al compartir experiencias:  “Cuando veo que otras escuelas pueden hacer las cosas distintas y sé cómo las pueden hacer, y te ayudan a implementarlas, genera un efecto directo en la vida de las personas”, explica el investigador.

Para Pino, algo clave cuando se quieren implementar proyectos de trabajo en red es que los establecimientos estén dispuestos a hacer público el trabajo que cada uno realiza en sus escuelas y que el otro pueda opinar. “Suena técnicamente sencillo pero es socialmente complejo; no es fácil para los equipos directivos que opinen sobre su trabajo, ya que implica desarrollar relaciones profesionales de confianza”, señala.

Algo que para el investigador es aún más desafiante en escuelas de Chile donde existe mucha competitividad; “cuando hay un sistema de rendición de cuentas, la lógica del mercado en educación que privilegia la competencia sobre la colaboración dificulta que las personas puedan generar relaciones de confianza en post de movilizar el conocimiento”.   

Por ello, resulta esencial invertir tiempo en generar esas relaciones de confianza. Según el investigador, “la desconfianza existe porque el modelo a priorizado la individualidad, y es un desafío porque generan un desgaste en los profesionales, los equipos directivos están agotados de hacer un trabajo aislado, necesitan conectarse y aprender de otros”. 


Fuente: Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: Mauricio Pino   Redes Escolares   trabajo en red  
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