Destacadas instituciones nacionales lanzan un nuevo centro de liderazgo educacional: "C Líder"

01 de Diciembre de 2020
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El centro tiene como objetivo desarrollar y fortalecer las capacidades de liderazgo en el sistema escolar.

El pasado jueves 15 de abril, durante el seminario "Exclusión escolar: ¿cómo gestionamos el riesgo y fomentamos trayectorias escolares positivas?” se presentaron los principales resultados del proyecto FONDEF del CIAE que creó un algoritmo que busca predecir las trayectorias escolares de los/as estudiantes y evitar la exclusión escolar. Esto en un contexto en el que las brechas e inequidades en la región aumentan, debido a la pandemia. 

El seminario contó con la participación de Patricio Rodríguez, académico del IE,  investigador del CIAE y director del proyecto FONDEF; de Gregory Elacqua, economista principal del sector educación del Banco Interamericano de Desarrollo; Juan Pablo Valenzuela, académico del IE, investigador del CIAE y  participante del proyecto FONDEF; y por un panel compuesto por la directora de Educación 2020, Alejandra Arratia; Isidora Recart, gerente de Fundación Educacional Arauco; y Bárbara Agliati, jefa de la División de Desarrollo Educativo de la Dirección de Educación Pública.

Gregory Elacqua ahondó en los esfuerzos de la región para disminuir el abandono educativo y cómo la pandemia podría impactar en la exclusión. En ese sentido, mostró los resultados de ciertas simulaciones, que indican que en América Latina la deserción escolar podría aumentar en un 12%.

Elacqua explicó dos factores que podrían explicar el aumento de la exclusión: por un lado, no todas las escuelas de la región han implementado programas de educación remota y, por otro, está la desigualdad de acceso a la educación a distancia. En el caso de Chile señaló que “en el quintil más rico la gran mayoría de los alumnos/as están conectados, mientras que casi 75% de los alumnos/as del quintil más pobre en Chile están desconectados”. 

Para Juan Pablo Valenzuela, académico del IE e investigador del CIAE, lo que hay es “un  incumplimiento  al derecho a la educación en Chile que la Constitución indica que debería ser hasta cuarto medio”. Según indicó durante su exposición, 183 mil niños, niñas y jóvenes se encontraban fuera del sistema escolar en 2018 y la pandemia sólo agudiza la exclusión y pérdida de aprendizajes. 

En este sentido, el proyecto FONDEF del CIAE, que dirige el académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigador del CIAE, Patricio Rodríguez y en el que participan Juan Pablo Valenzuela y Leonor Varas, puede ser un aporte para evitar que los/as estudiantes se desvinculen de los establecimientos. “Su objetivo es entender el comportamiento del fenómeno de la exclusión escolar de los estudiantes en Chile a lo largo del tiempo, identificar los factores que más inciden en que se produzca la exclusión escolar, y estimar el riesgo que tiene cada niño y joven de quedar excluido del sistema escolar”, expresó Rodríguez. 

Esto se logra por medio de la construcción de trayectorias escolares elaboradas con bases de datos del Centro de Estudios del Mineduc (bases de matrícula, rendimiento individuales y directorio de establecimientos abiertos entre 2004 y 2020), como también con datos de la Agencia de Calidad de la Educación (resultados del SIMCE y cuestionarios de padres y apoderados). “Con esos datos, logramos reconstruir las trayectorias desde el 2004 en adelante. Al año 2018, tenemos el 99,4% de las trayectorias reconstruibles y, por lo tanto, podemos construir la historia de cada uno de los niños que pertenecen a las cohortes de esos años”, señaló Rodríguez. 

Este trabajo implicó la codificación de la trayectoria de cada estudiante en un conjunto de variables como: características individuales, historial de desempeño, historial de residencia, historial del establecimiento, si le afecta o no el fenómeno de la exclusión, y otras variables de los establecimientos como rotación de docentes, y trayectorias de desempeño escolar (IDE). De esta forma, se caracterizaron distintos tipos de trayectorias escolares para cada uno de los estudiantes, lo que permite conocer cómo se ven las trayectorias educativas a lo largo del tiempo. 

Una vez descritas se construyó un modelo que permite predecir el fenómeno de la deserción y detectar el riesgo de que cualquier estudiante de educación regular no abandone sus estudios, lo que se estimaría para uno o dos años en el futuro, según explicó el académico. Agregó que “el algoritmo es capaz de asignarle a cada estudiante un riesgo de ser excluido” y que “permite  ir gestionando y entregando información a los tomadores de decisión y conocer en qué zona geográfica existe más riesgo y cómo desplegar intervenciones en el territorio”. 

Para ejemplificar el funcionamiento del modelo el académico mostró la cantidad de personas excluidas durante el año 2020:  "El año pasado un aproximado de 39.780 personas quedaron excluidas (...) en el modelo uno puede ver por cada una de las zonas cuáles fueron las personas que abandonaron, la probabilidad que tienen, las regiones en específico y comuna", señaló. 

 No es solo acceso, también es calidad de la trayectoria escolar

“Tiene que haber un derecho al acceso, pero también a la calidad” señaló Juan Pablo Valenzuela durante el seminario. Esto considerando que 2 de cada 3 niños que terminan 2º grado no comprenden adecuadamente lo que leen. Para el académico, es necesario que los establecimientos tengan una visión compartida de la relevancia de entregar una educación de calidad, poniendo al centro el bienestar y protagonismo de cada niño, niña y joven, de forma personalizada: “No es un tema personal de un profesor, es un cambio de cultura y prácticas regulares en el tiempo”, indicó. 

Según explicó esto es lo que motiva el trabajo que ha desarrollado el CIAE junto a la Fundación Educacional Arauco y el Servicio Local de Educación Andalién Sur con el proyecto Desafío TEP en establecimientos de comunas de Concepción, Hualqui, Chiguayante y Florida cuyo objetivo es movilizar capacidades y prácticas para la planificación, implementación y ajustes de estrategias que promuevan trayectorias escolares positivas.

Isidora Recart, Bárbara Agliati y Alejandra Arratia entregaron también sus opiniones sobre este tema como parte del panel. Para Recart, algunas claves para disminuir la exclusión escolar son el desarrollo de liderazgos, la horizontalidad en el aprendizaje, y el tener una visión compartida y construirla con todos los actores, así como también movilizar capacidades. Por su parte, Bárbara Agliati, indicó que conocer experiencias y mirar lo que se está haciendo en las escuelas es clave: “Mirar lo que están haciendo los sostenedores, los establecimientos y poder contrastar con datos de calidad, si no tenemos datos de calidad es muy difícil focalizar el esfuerzo, es muy importante para saber dónde hay que ir a buscar a esos niños”.

También los directores/as tienen un rol importante para asegurar estas trayectorias positivas. Así lo indicó Alejandra Arratia al señalar que “necesitamos como país avanzar en un tema de desarrollo directivo, cómo desarrollar un sistema que permita equipos directivos potentes en las escuelas, cómo la escuela completa se alinea y están todos mirando hacia el mismo norte (...) y pensar una arquitectura curricular que ayude a favorecer trayectorias formativas positivas, el tener un currículo que tenga objetivos más amplios y que permita moverse con un poco más de flexibilidad”. 

Revise acá el seminario completo


Fuente: Comunicaciones CIAE

Palabras Clave: C Líder   liderazgo   mejoramiento   liderazgo educacional  
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