Sólo el 60% de los 126 mil profesores que ingresaron a la docencia en los 2000 seguía en la profesión al finalizar la década

03 de Julio de 2016
Compartir en redes sociales Compartir en Twitter Compartir en Facebook

Estudio del CIAE publicado en el International Journal of Educational Development analizó las tasas de retención de docentes nóveles en la década del 2000 y los factores que explican el abandono de la profesión.

En la década del 2000, se integraron a las aulas del país 126 mil profesores nuevos, lo que representa una tasa de aumento de entre 7% y 8% anual. Sin embargo, el 40% ya no estaba ejerciendo la profesión para el año 2009. Así lo concluye un estudio realizado por el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, que analizó las tasas de retención de la docencia en Chile en la década del 2000, con foco en los primeros años de ejercicio profesional y en las condiciones que pueden afectar su decisión de quedarse en la profesión o abandonarla.

Según el estudio, que será publicado en el próximo número del International Journal of Educational Development , la tasa de deserción fue más alta a finales del periodo que en los primeros años. Así también mientras el 9% a 12% de los docentes con un año de experiencia había dejado la docencia entre los años 2000 y 2004, en los años siguientes (2005 a 2006) la tasa se incrementó a 18% a 20%. Asimismo, la tasa de abandono de los profesores con tres años de experiencia se duplicó, pasando de 22% a inicios de la década a 39% hacia la mitad.

Según los autores del estudio, Beatrice Ávalos y Juan Pablo Valenzuela, retener a los profesores en las escuelas es considerado un factor clave para la calidad de la educación. “La evidencia internacional coincide en que las tasas de abandono docente y de rotación docente impactan negativamente en la calidad del aprendizaje, especialmente en aquellas escuelas que educan a niños que provienen de niveles socioeconómicos más desaventajados”, afirman los investigadores.

Respecto de quiénes abandonan la profesión, el estudio encontró que lo hacen más hombres que mujeres (49% de los hombres que habían ingresado en el año 2005 versus 41% de mujeres) y que no hay muchas diferencias entre la dependencia del colegio (el 44% de los profesores que ejercían en el sector municipal y en el particular subvencionado dejó la docencia 5 años después, mientras que en el particular pagado la cifra llegó a 40%).

También se estudió la rotación de docentes, encontrándose que entre el 10% y el 14% de los profesores se cambió de establecimiento en los primeros años de ejercicio.

“Hay evidencia que el constante cambio de profesores un aula concreta tiene efectos sobre las condiciones de aprendizaje de los alumnos”, dice Beatrice Avalos.

Vocación de profesor

La segunda parte del estudio se enfocó en las razones para escoger, dejar o permanecer en la docencia y analizó aspectos como la motivación para enseñar, la satisfacción profesional y la autoeficacia, entre otras. Para ello, se aplicaron cuestionarios y se realizaron entrevistas a 159 docentes que estaban en su último año de Pedagogía.

El estudio encontró que es el deseo de contribuir a la sociedad y a los niños –y no ciertas condiciones laborales como las vacaciones- los que explican la decisión de los profesores de entrar a la docencia. Así, entre las razones escogidas, figuran el ofrecer una contribución a la sociedad, el gusto de trabajar con niños o jóvenes, el poder influenciar a las nuevas generaciones y contribuir a reducir la inequidad en el país. “Creo que lo que más me impulsó a ser profesora fue poder ser parte de la vida de la gente”, dijo, por ejemplo, María, profesora de Historia, una de las participantes del estudio.

Por el contrario, la decisión de abandonar no necesariamente se toma en los primeros años de docencia ni con su desempeño en la profesión. De hecho, los profesores mejoraron sus percepciones de autoeficacia en el segundo año, sino más bien se relacionan con las condiciones de trabajo. Así, los profesores mencionaron la insatisfacción con las oportunidades de desarrollo profesional (58,7%), los bajos salarios (47%), la insatisfacción con el estilo de liderazgo de los directivos (44%) y con las condiciones físicas de la escuela (42%).

“Existen factores protectores como el compromiso emocional y profesional que tienen con los estudiantes y la docencia, pero ellos no siempre son suficientes”, dicen los autores. Al respecto, Beatrice Avalos explica que “hay avances en la política pública, pues la Ley de Desarrollo Profesional Docente ha legislado en torno a apoyos de mentoría para profesores noveles y se mejoran los sueldos de entrada de nuevos profesores. Pero queda sin suficiente atención la carga inicial docente, como las horas de clase y el alto número de alumnos, que tiene un efecto en el desgaste físico y emocional que contribuye al cambio de colegio y eventualmente al abandono”.


Fuente: Comunicaciones CIAE

CONTACTO COMUNICACIONES | contacto@ciae.uchile.cl
Cerrar
Sitio optimizado para browser Firefox y Chrome