Este artículo discute el cumplimiento del programa de gobierno y otros
compromisos presidenciales en relación a las políticas en materia educacional. La línea argumental se centra en que el primer año del gobierno de Sebastián Piñera se caracterizó por problemas de sistematicidad y la ausencia de un relato ordenador.
Se ha hablado de paquetes de medidas, de una nueva reforma educacional e incluso
de una revolución en educación. Sin embargo, las políticas recientes contienen
importantes omisiones y no constituyen una estrategia coherente ni balanceada
de reforma educacional. Hacia adelante se prevé que el Gobierno enfrentará una
sobrecarga de su agenda en educación debido a las deficiencias de ésta y a la forma
en que se ha negociado hasta ahora con la oposición.
Fuente: Revista Política, vol.49, N°2