¿Cómo escriben los escolares chilenos?

09 de Octubre de 2014
Compartir en redes sociales Compartir en Twitter Compartir en Facebook

Estudio indagó acerca de la calidad de los textos escritos de los estudiantes chilenos

Un estudio del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE) y de la Fundación Arauco evaluó la calidad de los textos escritos de los escolares chilenos. ¿La conclusión? Coherencia y estructura fueron los aspectos mejor evaluados. Lo más débil, la cohesión. “Esto significa que los niños escriben con escasos conectores y que estos son muy repetidos o mal empleados. El caso más típico es el uso repetido de los conectores “y” o “pero”, que reemplazan el uso de punto seguido o aparte”, explica Sotomayor. En cuanto a la ortografía, los mayores errores son la falta de tildes.

La investigación se compuso de tres estudios cuyos focos fueron calidad de la escritura, problemas ortográficos y léxico. En ellos se analizó una muestra de escritos de estudiantes chilenos de 4° Básico que rindieron el Simce de escritura en 2008. La interpretación de los resultados permitió describir lo que son capaces de hacer los niños en sus producciones escritas, de manera de proponer estrategias de enseñanza y aprendizaje de esta habilidad comunicativa.

“La escritura es un proceso complejo y requiere de procesos motores, cognitivos y lingüísticos. La fluidez en la escritura es particularmente compleja en escritores novicios. Los procesos toman gran cantidad de energía cognitiva que les impiden atender a procesos de composición”, dice Carmen Sotomayor, investigadora del CIAE y una de las autoras del estudio.

Los resultados fueron presentados durante el Coloquio en Medición y Evaluación Educacional MIDE UC de septiembre por las investigadoras del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile (CIAE), Carmen Sotomayor y Gabriela Gómez, y el coordinador de equipo de Estudios de la Fundación Educacional Arauco, Percy Bedwell.

El estudio, financiado por Fondecyt, evaluó de manera desagregada  tres tipos de textos –carta de solicitud, noticia y cuento-, en cinco aspectos: adecuación a la situación comunicativa, coherencia, cohesión, estructura y puntuación; además se estableció una evaluación global de cada texto. Los investigadores también buscaron diferencias en la producción escrita de los estudiantes por género y por nivel socioeconómico.

“Los  textos argumentativos o expositivos resultan más difíciles para los niños en comparación con los textos narrativos, que les resultan más familiares y que les permiten producir escritos de mayor extensión y coherencia”, explica Carmen Sotomayor.

En coherencia, que mide sentido global completo, con ausencia de digresiones temáticas, ideas inconexas u omisión de información necesaria, el 80% de los cuentos y el 62% de las noticias estaba en el nivel bueno o muy bueno. Pero sólo el 32% de las cartas de solicitud se encontró en esos mismos niveles. En estructura (partes del texto, correspondientes a la estructura convencional de los tipos textuales evaluados), el 72% de los cuentos y el 74% de las cartas fue clasificado en categoría bueno o muy bueno.

El estudio encontró, además, una escasez de conectores en todos los tipos textuales, mientras que la puntuación externa se adquiere más tempranamente que la puntuación externa, que es de gran complejidad. Además, existen problemas con la noción y conciencia de oración y párrafo, lo que influiría en la omisión de puntos seguido y aparte.  “Los niños escriben con escasos conectores y que estos son muy repetidos o mal empleados. El caso más típico es el uso repetido de los conectores “y” o “pero”, que reemplazan el uso de punto seguido o aparte”, explica Sotomayor.

En cuanto a ortografía, la media de los niños fue usar 66 palabras en sus textos. El 91% fue escrito correctamente. El 92% de los niños tuvo errores  ortográficos de carencia de acentos, el 48% falló en omisión de letras o sílabas y el 45% en uso de b/v, h o s, c, z.

En cuanto al léxico, se observó que la diversidad, la sofisticación y la densidad léxica (uso de vocabulario con contenido) son determinantes de la calidad de la escritura, y que su capacidad explicativa varía de un tipo de texto a otro. “El léxico más frecuente se ve influenciado por el vocabulario presente en los estímulos. Por tanto, existe una oportunidad pedagógica en el uso de buenos estímulos”, dijo Gabriela Gómez, investigadora del CIAE.


Fuente: Comunicaciones CIAE

CONTACTO COMUNICACIONES | contacto@ciae.uchile.cl
Cerrar
Sitio optimizado para browser Firefox y Chrome