El libro señala que la educación pública chilena estuvo por casi cuatro décadas anidada en una institucionalidad con severas falencias, que la debilitaron hasta niveles desconocidos desde los tiempos de la fundación de la República. Ello cambia a partir de la promulgación de la Ley N° 21.040 en noviembre de 2017, con la que se crea un nuevo Sistema Nacional de Educación Pública, que modifica sustancialmente la visión anterior de la educación pública. Mediante esta ley, dice el libro, se reconoce explícitamente lo que ha sido un consenso histórico ampliamente extendido en Chile y el mundo: que la educación pública tiene un valor social superior, que justifica una especial atención y deber de parte de la comunidad.