3.1 Desde la ciudadanía
- Responsabilidad y formación ciudadana canalizada en la realización periódica de reuniones, asambleas y cabildos (espacios de participación ciudadana), lo que permita aportar con ideas, mecanismos y soluciones en pos del desarrollo de una nueva educación pública.
3.2 Desde el gobierno
- Necesidad de la creación de una nueva constitución ciudadana, que garantice la educación como un derecho y fomente el desarrollo de una educación pública, inclusiva, igualitaria, equitativa y de calidad.
- Acoger las demandas históricas de los movimientos sociales en educación (movimiento de los pingüinos, colegio de profesores, etc.)
- Necesidad de cambios estructurales y de organización (forma y fondo) en la educación. Particularmente, se exige repensar la agencia de la calidad, el SIMCE, la gratuidad en la educación, mejora de las remuneraciones, modificación del currículo pensando en los desafíos del siglo XXI y en una formación de carácter integral (ciencias, artes y humanidades como asignaturas igualmente relevantes), etc.
- Descentralizar y contextualizar la educación, acelerando el proceso de desmunicipalización y el fortalecimiento de los servicios locales de educación pública.
3.3 Desde las universidades
- La universidad debe configurarse como un espacio público, con un intercambio de ideas constante entre la ciudadanía y la academia en las diferentes materias, especialmente en el ámbito de la educación.
- Debe existir una mayor presencia e injerencia de las universidades públicas en el desarrollo de las políticas públicas en educación del país.
- Acercar la academia a la escuela, creando una alianza nutritiva entre ambos agentes educativos. Concretamente, se plantea una participación activa en la formación continua de profesores y de las actividades escolares, más allá de entender la escuela como un objeto de estudio.
- Retribución (difusión) periódica y sistemática de los conocimientos desarrollados en los espacios universitarios a la sociedad civil.
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