En el marco del webinar "Integración de las tecnologías digitales en la formación inicial docente: tensiones y desafíos" , organizado por el CIAE de la Universidad de Chile, expertos en educación y tecnología discutieron el estado actual de la integración de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en la Formación Inicial Docente (FID) en el país.
Angela Guzmán, presidenta de la Mesa TIC-FID, destacó diversos elementos que han contribuido a su fortalecimiento, como el Marco Europeo DigComEdu, la creación del CPEIP y del programa Enlaces, que durante su implementación, posibilitó el desarrollo de múltiples matrices de habilidades TIC.
“Se ha establecido qué debe hacer un estudiante y qué habilidades podemos ir desarrollando digitalmente, están establecidos también en nuestros estándares pedagógicos, aparecen destacados, por ende, tenemos que sí o sí desarrollar habilidades y competencias digitales”, expresó.
Para los académicos, Hugo Tapia de la Universidad Católica del Maule y Karla Campaña, de la Universidad Autónoma de Chile, la pregunta es si estos estándares o marcos realmente se están utilizando en el aula.
Según explicó la profesora Karla Campaña, Chile se encontraría en el nivel dos de cuatro en cuanto a la integración de las TIC en FID (Rizza, 2011). “Hay políticas públicas de Estado que generan marcos, pero ahí nos quedamos. Hay otros países como España que están en el nivel 4, trabajando para certificar las competencias tecnológicas de los profesores en formación o de quienes ya están en servicio”, señaló la académica.
Datos presentados por Tapia, a partir de un proyecto de investigación del año 2022, revelaron que de los 325 programas de pedagogía identificados, al menos 204 incluían una asignatura TIC. Al respecto, el académico destacó que el 61% de estas asignaturas se encuentran en los dos primeros años de las carreras. “Esto es interesante porque están recién comenzando en los procesos formativos, por lo tanto, estas asignaturas podrían no estar ayudando a mirar de forma comprensiva o integral el uso de las tecnologías en los procesos de aprendizaje”, expresó.
Tapia agregó que las dimensiones de formación en TIC que más se consideran en los objetivos de los programas de pedagógía son: desarrollar la integración pedagógica y el uso instrumental de las TIC. Mientras que, aspectos éticos y de desarrollo profesional se encuentran solo en algunos casos particulares. “Esto abre un espacio relevante para poder investigar qué es lo que está pasando en la práctica de profesores. El documento nos puede decir muchas cosas, pero en la práctica, ¿qué está pasando? Es una investigación que estamos ya iniciando”, señaló el académico.
En este contexto, efatizó en que es necesario evaluar la adecuada integración de la tecnología educativa en el perfil de egreso e itinerario formativo, así como a una formación equilibrada en las distintas dimensiones. Las y los académicos coincidieron en que los desafíos persisten en asegurar que la formación inicial docente esté alineada con las necesidades cambiantes del sistema educativo y el avance tecnológico.