Una reducción del 70% en la deserción escolar entre marzo de 2020 y marzo de 2021, un cambio en las creencias de los equipos directivos y un aumento en el trabajo colaborativo. Estos son algunos de los resultados del primer año del proyecto Desafío TEP (Trayectorias Escolares Positivas), una alianza de trabajo colaborativo entre el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Andalién Sur, la Fundación Educacional Arauco y el CIAE de la Universidad de Chile, y en el que participaron doce establecimientos de las comunas de Chiguayante, Hualqui, Concepción y Florida, de la región del Bío Bío, durante el año 2020.

El proyecto busca potenciar capacidades en el sistema escolar para la planificación, implementación y ajustes de estrategias que promuevan las trayectorias escolares de las y los estudiantes, así como  fortalecer la comprensión de que el derecho a la educación se muestra en el recorrido de cada estudiante. Tarea que es crucial considerando que en Chile, uno de cada diez estudiantes no termina sus estudios secundarios, y el 29% de quienes se mantienen en el sistema presentan un tiempo de graduación mayor a lo esperado, según datos del Mineduc.

“La nueva educación pública puede hacer cambios sustantivos en el mejoramiento de la calidad en periodos reducidos de tiempo, incluso en el contexto de la pandemia”, dice el académico del CIAE, Juan Pablo Valenzuela. 

Agrega que “Andalién Sur ha demostrado que un trabajo sostenido con sus establecimientos escolares, mediante aspectos como la implementación de microredes y la promoción de la colaboración entre los profesionales del SLEP y las comunidades educativas y entre establecimientos, pueden cambiar la vida de niños, niñas y jóvenes, reduciendo sus tasas de repitencia y evitando que abandonen el sistema educativo”.

De acuerdo al documento “Movilizando capacidades para fortalecer las trayectorias escolares en la educación pública”, que resume el trabajo del proyecto en su primer año, hubo una variación en las creencias de los participantes entre marzo del 2020 y diciembre del 2020 en temas como derecho a la educación, factores de riesgo y altas expectativas. 

Por ejemplo, los docentes que respondieron que la inasistencia no es perjudicial si esta es justificada, pasaron de un 10% a 0%. También disminuyeron los docentes que creen que la condición socioeconómica es la principal razón para interrumpir el recorrido escolar (de  36% a 15%) y quienes creen que no importa cuánto se demore un estudiante en terminar su educación formal ni las notas con que lo haga, pasaron de un 36% al 15%. 

Según la literatura, cambiar las creencias de los docentes es un paso indispensable para cambiar las prácticas en el aula. “Muchas veces los y las docentes, así como los equipos directivos, se convencen que tenemos un techo de cristal y que las dificultades de las familias aparecen como una barrera infranqueable para lograr una educación de calidad. Esas creencias implícitas y explícitas reducen las oportunidades educativas efectivas de los niños, pero cambiarlas en un periodo reducido de tiempo es posible, Andalién Sur lo está demostrando”, dice Valenzuela. 

Por su parte, la Directora Ejecutiva de Fundación Educacional Arauco, Isidora Recart, destacó el desarrollo de un método que moviliza la colaboración, la gestión de datos y el liderazgo entre profesionales de establecimientos y asesores técnicos del Servicio Local. “Las y los docentes, líderes y asesores son quienes han construido un trabajo conjunto en pos de todos las y los estudiantes, poniendo rostros a cada uno de ellos, y precisando o innovando en estrategias para mantenerlos vinculados y comprometidos con sus trayectorias. Es muy importante valorar y aprender de estos aprendizajes del año 2020”.

Otro factor observado es el incremento en el trabajo colaborativo. A inicios de 2020, el 19% de los docentes afirmaba que nunca compartía ideas, recursos o experiencias con otros establecimientos, mientras que al finalizar el 2020 esta respuesta baja al 0%. 

“Las trayectorias escolares positivas es uno de los objetivos del plan estratégico de Andalién Sur. En el año 2020 se inició con un grupo de 12 establecimientos, y en este año 2021 continuamos con 67. Actualmente nos encontramos proyectando el año 2022, refinando la propuesta para incidir cada vez más en los indicadores claves de la Nueva Educación Pública”, señaló el Director Ejecutivo de SLEP Andalien Sur, Gonzalo Araneda.

“La experiencia de Desafío TEP es muy valiosa no solo para todos los niños, niñas y jóvenes de Andalién Sur, sino que también para su replicabilidad a lo largo de todos los SLEP del país”, finaliza Valenzuela.

Vea estos y otros resultados, así como la teoría de acción y en la puesta en marcha de un método que incluye tres componentes, en el documento que puede consultar acá.