Las investigadoras Anita Tobar y Daniela Molina se incorporaron en abril de este año al Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, comenzando su inserción en la vida académica. Con ellas, son trece las y los investigadores postdoctorales que se encuentran realizando proyectos de investigación en el CIAE, en línea con la misión de la institución de formar a nuevos investigadores en educación.
“Me uno al CIAE con un proyecto Fondecyt Postdoctoral 2023. El objetivo de esta investigación es identificar las actitudes de adolescentes y adultas jóvenes chilenas sobre sus propios derechos sexuales”, señala Anita Tobar, licenciada en Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile, sobre el proyecto que estará realizando y que trabajará junto al investigador del CIAE, Ernesto Guerra.
A lo largo de tres años, la postdoc caracterizará los procesos de aprendizaje, estabilización y modificación de estas actitudes, con el fin último de informar estrategias pedagógicas sobre Educación Sexual Integral (ESI) en Chile.
Anita es magíster en Estudios Cognitivos, MSc en Psicología del Lenguaje y PhD en Psicología (The University of Edinburgh), y entre sus principales intereses se encuentran realizar investigación con impacto que contribuya a la comunidad: “me apasiona mucho la investigación académica con alto impacto social. Mis principales temas de interés académico son entender mejor cómo usamos el lenguaje durante el diálogo, cómo nuestras creencias y/o las circunstancias comunicativas influencian la forma en la que hablamos cuando nos comunicamos y cómo nuestras creencias influencian la forma en que aprendemos durante la interacción social”, explica.
En este sentido, durante su investigación utilizará una variedad de enfoques metodológicos relacionados con el lenguaje, pasando por talleres participativos de escritura terapéutica donde adolescentes y mujeres jóvenes escribirán y hablarán de derechos sexuales, encuestas online donde se recogerán sus impresiones respecto de derechos sexuales en Chile y experimentos de psicología experimental y psicolingüística, tanto remotos como en el laboratorio.
“Creo que uno de mis principales desafíos como investigadora del CIAE va a ser aplicar mi experiencia en psicolingüística y psicología experimental a investigación en educación, que es un tema relativamente nuevo para mí. Me uno al CIAE con muchas ganas de contribuir al avance de la educación en Chile y muy entusiasmada por aprender de mis colegas que ya han abierto tanto camino”, señala Tobar.
Neurociencias en educación parvularia
Por su parte, Daniela Molina, bioquímica de la Pontificia Universidad Católica de Chile, comenzará el proyecto titulado "Habilidades socioafectivas y cognitivas en educadoras de párvulos: un estudio conductual y electrofisiológico", que busca caracterizar desde la neurociencia a profesionales de la educación que trabajan con la primera infancia.
Como parte de su proyecto Daniela Molina, quien tiene un Magíster y Doctorado en Neurociencia de la Universidad Católica, comenzará realizando una serie de test cognitivos esperando encontrar diferencias que destaquen a las educadoras de párvulos en comparación a otras profesionales no educadoras, y en una segunda etapa, evaluarán la actividad neuronal frente a una actividad específica.
“Reconocer las habilidades en las que se destacan nos permitiría avanzar en la educación basada en evidencia, aportando desde el área del enseñar el cual es un pilar fundamental en la educación. Este trabajo proporcionará por primera vez un novedoso marco conceptual y experimental para entender cómo definir y describir las habilidades cognitivas y socioafectivas cruciales de las educadoras de niños menores de 6 años”, señala.
Según explica, como consecuencia de esta investigación características distintivas de las educadoras de párvulo podrían ser potenciadas, a través del entrenamiento y bajo la evidencia científica, durante el tiempo de educación universitaria de las futuras profesionales, “específicamente, el desarrollo socioafectivo en las educadoras de párvulo podría mejorar la relación docente-estudiante, impactando notoriamente en el proceso educativo: tanto mejorando el desarrollo personal y pre-académico del párvulo; como también perfeccionando el desempeño profesional de la educadora”.
Daniela Molina es cofundadora y coordinadora curricular de la Fundación Redes para la Infancia y también colabora activamente en la Fundación Educacional Arrebol, sin embargo, según explica, su vida laboral se dividía en áreas que tenían poca conexión. “Esta nueva etapa profesional es crucial en mi carrera académica ya que me permite por primera vez desde la investigación unir los mundos de la neurociencia y la educación”, señala la investigadora quien comenzó realizando estudios desde las ciencias biológicas.
“Al terminar el doctorado sin dudarlo me contacté con el Dr. Paulo Barraza quien se interesa en las características neurocognitivas de los docentes, desde esta área al fin yo podría darle un giro a mi línea de investigación que me permitiría demostrar mis conocimientos de neurociencias cómo también entrar al mundo de la educación desde la investigación”, finaliza.