Los investigadores del Centro de Investigación Avanzada en Educación, Cristián Bellei y Alejandra Mizala (directora académica) coincidieron el jueves 13 de noviembre en la Comisión de Educación del Senado en que el primer proyecto de la reforma educacional, que elimina el lucro, copago y selección, está orientado en el sentido correcto, al mover el sistema educacional chileno con reglas e incentivos adecuados, tal como sucede con los países desarrollados.
“Si uno quiere partir por algún punto en la reforma, este proyecto es una buena forma, porque establece reglas razonables y genera incentivos adecuados para los padres, establecimientos y agencias que regulan al sistema”, dijo la directora académica del CIAE, Alejandra Mizala, para quien el sistema actual genera incentivos para que los colegios subvencionados puedan seleccionar.
Mizala recordó que hasta 2009, año en que se promulgó la Ley General de Educación, los colegios particulares subvencionados podían seleccionar libremente. Hoy la LGE se los prohíbe, pero no se cumple. A su juicio, es el sistema el que incentiva a los establecimientos a seleccionar. “El proyecto de ley busca que todas las familias puedan hacer una verdadera elección”, dijo.
Cristián Bellei indicó que “el sentido de este primer proyecto de la reforma es tratar de mover el sistema escolar desde ese extremo que no tiene comparación en los países desarrollados hacia un sistema que se asemeje a las excepciones de esos países”, agregó Bellei.
Bellei se explayó sobre la organización de los sistemas educacionales en el mundo: explicó que desde la reforma de 1980, el sistema se desbalanceó respecto de su tradición de sistema mixto y se convirtió en un sistema altamente privatizado. “En el mundo, es relativamente común que se apoye de distintas formas a las escuelas privadas, pero este apoyo no se da un solo modo. La manera en la que se organizan las instituciones públicas para apoyar a las privadas hace una tremenda diferencia en el tipo de sistema escolar que se construye. Existen apoyos en distintas formas de parte del Estado a los privados hasta las concesiones de escuelas tipo chárter, que figuran en el extremo de esos esquemas”, explicó Bellei.
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Añadió que en países donde se ha implementado las escuelas chárter, como Estados Unidos, se ha implementado el voucher, de manera controlada y focalizada, y no de manera universal. “Hasta ahí va Estados Unidos: con concesiones en algunas partes y con elección no a todos, sino focalizada. Eso es lo que en Estados Unidos se debate como privatización hace 30 años”, precisó Bellei.
Añadió que Chile “es el único país que tiene sistema de voucher universal, sin ninguna restricción en la elección de parte de los colegios, con proveedores con fines de lucro”. Por eso, indicó que a nivel internacional no se considera a Chile un sistema mixto, sino que uno altamente privatizado.
Respecto al lucro, Bellei dijo que todos los países piden a sus escuelas ser sin fines de lucro. “El único caso excepcional es un experimento sueco, que está extraordinariamente rebatido por sus resultados”.
En ese sentido, explicó que “la reforma está tratando de llevar el sistema a asimilarse a los sistemas holandeses y belgas. En ambos países, las políticas han tendido a hacer exigible el que no haya selección y gran parte del debate es cómo disminuir el nivel de segregación”.
Respecto al financiamiento compartido, Bellei y Mizala coincidieron en las externalidades negativas que ha causado esa medida. “El sistema se creó a fines de los 80 y se potenció en los 90 y es, a mi juicio, uno de los mayores errores de política cometidos en los últimos 30 años”, precisó Bellei, quien añadió que ningún país permite a las escuelas privadas subvencionadas cobrar a las familias.
Para Mizala, el financiamiento compartido es la forma más efectiva de seleccionar por capacidad de pago. “Además, está demostrado que no tiene efectos sobre los resultados educativos y genera una segregación en el sistema educacional que es mayor que la segregación residencial”, añadió la experta.
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En cambio, dijo que eliminar el financiamiento compartido equivale a “eliminar lo que se llama efecto S en economía, que es la competencia por determinados estudiantes para conseguir determinados resultados”.
Por eso recalcó que “terminar con el financiamiento compartido y la selección es moverse hacia donde están los países desarrollados, países donde se permite la verdadera elección de parte de los padres”.
Respecto a la postura de haber comenzado la reforma con el fortalecimiento de la educación pública, Mizala dijo que “no se saca nada si se comienza con la educación pública, si existe un sistema organizado en base a incentivos mal puestos”.
Ambos investigadores del CIAE coincidieron también en la importancia de avanzar en un proyecto sobre una carrera docente que involucre a todos los profesores del sistema público y privado subvencionado. “Qué le falta a nuestro proyecto para asimilarse más a los sistemas a los cuales aspira: el estatuto laboral docente. Esos países no basen sus sistemas en agencias de calidad, sino que en asegurar buena profesión docente”, indicó Bellei.
“En esos países, las escuelas privadas que reciben recursos públicos, operan bajo las mismas reglas docentes que el resto: se exige a las escuelas privadas que si quieren recibir recursos públicos, deben comportarse como escuelas públicas y eso equivale a tener una profesión docente fortalecida y con las mismas reglas en las escuelas subvencionadas que en las públicas”, dijo el académico. Añadió entonces que “lo que Chile debiera hacer entonces es una carrera docente de alta calidad para todos”.
En la Comisión de Educación del Senado, también expuso el Director del Centro de Políticas Comparadas de Educación, Ernesto Treviño.