Este martes 28 de julio se presentó el informe ¿Qué se espera que aprendan los estudiantes de América Latina y el Caribe? Análisis curricular del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2019), elaborado por el CIAE de la U. de Chile para Unesco, y dado a conocer por la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), a través de su Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE).
La investigación de la UNESCO, que contó con el apoyo de UNICEF y la participación técnica del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, se centró en el análisis de los contenidos curriculares de 3° y 6° de primaria de 19 países de América Latina y El Caribe en las áreas de Lenguaje, Matemáticas y Ciencias Naturales; y exploró, por primera vez, la presencia de conceptos centrales para la Agenda de Educación 2030, como son la educación para la ciudadanía mundial y la educación para el desarrollo sostenible.
La Directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago), Claudia Uribe, explicó que este estudio se llevó a cabo para conocer los contenidos y competencias priorizadas por los distintos países de la región y evidenciar las visiones y tendencias curriculares del momento previo a la pandemia de Covid-19. “Estos son insumos que la UNESCO pone a disposición para que cada país pueda analizar su currículo nacional desde una perspectiva comparativa, y valorar de qué manera responde a lo que los y las estudiantes necesitan aprender para desenvolverse académica y socioemocionalmente como ciudadanos del siglo XXI, en una sociedad cada vez más diversa, tal como lo propone la Agenda de Educación 2030”.
“Este estudio tiene el propósito de entregar un panorama de lo que se espera que aprendan los niños de nuestra Región en las áreas indicadas. El objetivo es que los países puedan reflexionar y discutir acerca de sus contenidos curriculares y de cómo estos impactan en los aprendizajes de los estudiantes”, indica la investigadora del CIAE y una de las autoras del estudio, Carmen Sotomayor.
Educación para la ciudadanía y el desarrollo sostenible
Una de las novedades que contiene este reporte es el análisis regional de la presencia de contenidos sobre la educación para la ciudadanía mundial y la educación para el desarrollo sostenible, cuya inclusión en los currículos es central para avanzar hacia el cumplimiento de la Agenda de Educación 2030, en particular su meta 4.7.
El estudio revisó la presencia de conceptos en los currículos educativos nacionales y buscó distinguir si estos aparecen de forma declarativa, como principios orientadores, o si bien se integran de manera programática en aquellas secciones del currículo que más frecuentemente son consultadas por los docentes a la hora de preparar sus clases y, por lo tanto, se integran más claramente a la enseñanza.
Sobre educación para la ciudadanía, algunos de los conceptos analizados fueron los de globalización y diversidad; habilidades para desenvolverse en una sociedad globalizada, como el pensamiento crítico, la creatividad y el manejo de TICs; y la diversidad de género, que la investigadora del CIAE Liliana Morawietz describió como “fundamental en el ejercicio de la ciudadanía y uno de los objetivos de desarrollo sostenible”.
“Es interesante que encontramos tanto conceptos tradicionalmente vinculados a la educación para la ciudadanía, como conceptos que dan cuenta o buscan abordar los desafíos más contemporáneos que tienen que ver con nociones como diversidad, participación, diálogo, con hacer democracia más participativa e integradora, hay un avance en materia de diversificar lo que entendemos por ser ciudadanos”, agregó la investigadora del CIAE.
Un hallazgo del informe es que solo un poco más de la mitad de los países hacen referencia a temas de equidad de género y los países que la abordan lo hacen en orientaciones generales más que en los contenidos. El informe da cuenta de la necesidad de avanzar en la incorporación de temas de género, pero que sean aprendizajes de aula, que se traduzcan en contenidos de aprendizaje, en competencias y en objetivos de aprendizaje, para que se transforman en oportunidades de aprendizaje para niños y niñas”, dijo Liliana Morawietz.
Así mismo, tanto las habilidades para la ciudadanía como el concepto de equidad de género aparecen en el currículum mayormente en niveles declarativo: “esto es un contrasentido, hay que avanzar en traducirlas en posibilidades de aprendizaje”, puntualizó la investigadora.
Para Carlos Henríquez, Coordinador general del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) en la OREALC/UNESCO Santiago, “es importante aunar esfuerzos para fortalecer una educación integral en la región, y estos conceptos son parte fundamental en su consolidación. La escuela es uno de los principales agentes socializadores, por lo cual se deben garantizar oportunidades en el currículo de desarrollar conductas integradoras, como reconocer la diversidad, adquirir valores como la empatía y la fraternidad, y conocer problemas mundiales”.
Respecto a la educación para el desarrollo sostenible, los conceptos de medio ambiente y sustentabilidad están presentes en los documentos curriculares de todos los países. Sin embargo, los conceptos como reciclar, reducir, reutilizar; imaginación de hipótesis futuras; comprensión de sistemas complejos; entorno natural; economía; procesos sustentables (verdes) y carbono aparecen en menos de la mitad de los currículos analizados. Menciones al cambio climático y pensamiento crítico tienden a aparecer solo en un nivel declarativo, sin que se integren intencionadamente a la acción en las aulas.
Hallazgos por área disciplinar
Revise la presencia del eje lectura en los currículos de Ámerica Latina
En las áreas disciplinares, el reporte destaca en el área de lectura, un fuerte énfasis en la diversidad textual, que supone la lectura de diversos tipos de textos y géneros con los cuales los estudiantes se relacionan en su vida diaria. “Al parecer la lectura de géneros con diferentes propósitos comunicativos es un tema que está en gran proporción en el conjunto de los países”, señaló la investigadora del CIAE y una de las autoras del análisis curricular, Carmen Sotomayor. Asimismo, se destacó la presencia de la comprensión literal e inferencial y de las estrategias de lectura, lo cual tiene gran relevancia para el trabajo en las aulas, ya que este es un problema en los aprendizajes que afecta a una proporción significativa de niños y niñas de la región.
El informe también revela una menor presencia de conceptos vinculados en las áreas de reflexión y evaluación de los textos que se leen, una habilidad indispensable en estos tiempos para el desarrollo del pensamiento crítico y la ciudadanía. “Esto es complejo porque tiene mucho que ver con las competencias para el siglo XXI, en el sentido de ser capaces de reflexionar sobre los textos, sobre todo porque los niños y niñas están expuestos a una gran diversidad de textos, no todos de buena calidad, con información suficiente, que a veces es incompleta o sesgada”, señalo la investigadora del CIAE.
Mientras que en Matemáticas, el hallazgo central es que la mayoría de los currículos se adhieren al enfoque de Resolución de problemas como un elemento fundamental en la enseñanza y el aprendizaje para hacer frente a las circunstancias imprevistas y desafíos de la vida diaria. Para Carmen Sotomayor, se ha puesto el acento “en un enfoque muy social de acercar la enseñanza escolar a la vida y a los problemas de la sociedad actual”.
Y finalmente en Ciencias, se observa un énfasis en el enfoque de Alfabetización científica en un número significativo de los currículos analizados. Esto implica ir más allá de la transmisión de conocimientos científicos, ya que busca que las personas puedan explicar y predecir los fenómenos de la naturaleza. Su propósito es el desarrollo de capacidades para la participación ciudadana en la toma de decisiones que involucren la interrelación entre ciencia, tecnología y sociedad.
“Cuando uno ve las tendencias curriculares son interesantes, son actualizadas, están en la línea de los enfoques que se encuentran en el mundo, pero parece ser que nuestro problema es más bien cómo se implementan en el aula (…) Tenemos que pensar fuertemente en políticas de acercamiento del currículum a los docentes, políticas de textos escolares, que son las que aterrizan el currículum a las salas de clases, y en los programas focalizados, que tiene que ver con centrarse en escuelas más vulnerables”, reflexionó Carmen Sotomayor.
Comunicaciones CIAE
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