Francisco Imbernon, catedrático de Didáctica y Organización Educativa de la Universidad de Barcelona y director del reconocido grupo de Calidad de Investigación e Innovación (FODIP) de la misma institución,visitó las instalaciones del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la U. de Chile para dictar la conferencia ¿Por qué una formación de formadores?

Más de 70 asistentes recibieron una clase magistral sobre cómo fortalecer la demanda de las instituciones educativas de tener profesores y profesoras con capacidades suficientes para promover el análisis, la discusión y la elaboración de nuevas alternativas hacia una cultura de la colaboración.

El académico comenzó su conferencia afirmando que la formación sicosociopedagógica es fundamental y que hay que acabar con la falacia de que el saber es poder: “los conocimientos académicos son importantes, pero no suficientes para enseñar”, enfatizó.

Sosteniendo que un docente debe saber mucho más que el contenido académico, mencionó características que profesores y profesoras deben tener, como, por ejemplo, manejar el conocimiento didáctico del contenido que enseñan, además de los componentes contextual y relacional con el alumnado.

En cuanto al componente contextual, señaló que si un profesor no comprende lo que pasa a su alrededor, no podrá enseñar bien.: “Seguimos haciendo lo mismo de hace 20 años con el  alumnado de hoy, que es significativamente diferente”, lamentó.

“Hay que aprender a desaprender”, continuó, asegurando que la perspectiva con que se mira la docencia ha cambiado. “Desde hace 20 años sabemos, desde la psicología y la neurociencia, que el ser humano no aprende por trasmisión verbal de conocimiento, sino que construyendo conocimiento”,ejemplificó.

Además, se detuvo en un importante elemento contextual: la rapidez con que el conocimiento se vuelve obsoleto. “Hace 30 años el conocimiento era inmutable, ahora el conocimiento cada cinco años se multiplica por dos”, aseguró Imbernon, para luego concluir que “en el siglo XXI hay que saber qué saber qué le vamos a enseñar a estudiantes que en el 2050 serán profesionales”.

Otra característica de los docentes en la que profundizó fue la necesidad de que manejen el componente relacional, es decir, que tengan una buena relación con el alumnado. “Si recuerdan el mejor docente de su vida, predominaría el componente relacional”, ilustró.

En la comunicación con los estudiantes mencionó dos elementos fundamentales: el feedback y la sintonía. “Hay que comprobar que el alumno está aprendiendo”, dijo.

Para mantener la sintonía con los alumnos, aseguró que hay que darle importancia a lo que se enseña: “cuanto más pasión ponga, más sintonizaré con el alumno”, explicó Imbernon. Agregó además que hay que cuidar el esquema de la clase para que los estudiantes no se pierdan; utilizar unametodología coherente con lo que se enseña; y finalmente saber y buscar que lo que se explica sea útil para su vida personal o profesional.

Luego de una lúdica conferencia, en la que  utilizó ironías, juegos y promovió una activa participación de los asistentes, cerró entregando consejos que deben seguir los buenos profesores, como hablar de sí mismos o basarse en material estático.

La conferencia fue organizada en el marco del proyecto Fondecyt “Qué hacen los mejores profesores universitarios en clases masivas: un estudio de casos múltiples\\".