Los trastornos del neurodesarrollo, como el déficit atencional, el síndrome de espectro autista o las dificultades de aprendizaje, son desórdenes cognitivos y del comportamiento que emergen durante el periodo de desarrollo y que involucran significativas dificultades en la adquisición y ejecución de funciones intelectuales, de lenguaje y sociales. Se estima que aproximadamente 1 de cada 5 niños o niñas presenta algún tipo de trastorno del neurodesarrollo. Además, la naturaleza crónica de estas condiciones representa un costoso problema de salud y económico para las familias y la sociedad. Esto ya que muchos de estos trastornos se presentan asociados con otros: por ejemplo, entre el 40% y 70% de los niños con estos trastornos pueden experimentar, además, depresión o ansiedad u otros problemas como conductas disruptivas, todos los cuales aumentaron durante y después de la pandemia.
En ese contexto, un proyecto de investigadores de 7 prestigiosas instituciones, entre ellas el CIAE de la Universidad de Chile, buscará identificar las dificultades en las competencias emocionales y comunicativas en niños con estos trastornos y sus familias, y evaluar el impacto de estas competencias en el bienestar y la salud mental.
El proyecto recibió financiamiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España para ser ejecutado en un plazo de dos años y en él trabajará un equipo multidisciplinario de las universidades de Barcelona, Oberta de Catalunya, Rovira i Virgili, de Oslo, de Las Américas de Ecuador y de la Universidad de Chile. Además, de la Unidad de Trastornos del Aprendizaje Escolar del Hospital Sant Joan de Déu, Barcelona.
Se trata de un proyecto que busca abordar un nuevo enfoque científico para abordar la complejidad de los trastornos del neurodesarrollo. “Este nuevo enfoque implica centrarse en los mecanismos y factores que subyacen a las principales dificultades que presentan estos niños, como son las competencias emocionales y comunicativas, las cuales están relacionadas directamente con la salud mental y su calidad de vida”, explica Ernesto Guerra, investigador del CIAE y académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación de la Universidad de Chile. Agrega que, de esta manera, se mueve el foco desde la perspectiva centrada en el diagnóstico a uno nuevo, centrado en la perspectiva del niño o niña, que permite estar más cerca de intervenciones que se centren en las características comunicativas y emocionales que subyacen a los trastornos en cada niño o niña.
Además, al proyecto se incorporan la familia, que es un elemento crucial en las herramientas de regulación emocional, así como la perspectiva de género, ya que generalmente estos diagnósticos se han asociado al género masculino. “En los últimos años, la atención se ha puesto en el subdiagnóstico de las niñas y mujeres en trastornos como el déficit atencional, debido a que no hay criterios específicos para ellas en el diagnóstico. También se considera que podría haber una sobrerrepresentación del diagnóstico en varones”, explica Guerra.
Elizabeth Simonsen - Comunicaciones CIAE