El aporte realizado por Patricio Felmer a la cultura de nuestro país razón por la que se le otorga el Premio Nacional- se puede resumir en cuatro acciones: ha cultivado la matemática a un alto nivel internacional, ha formado investigadores de excelencia, ha sido profesor dedicado de ingenieros y profesionales, y ha volcado su conocimiento y su liderazgo a fortalecer la enseñanza de la matemática escolar.
Esta notable combinación la ha realizado en una interacción fecunda con otros, muy diversos, con quienes establece lazos de colaboración, trabajo, respeto, curiosidad e interés genuino.
Patricio es claramente un científico comprometido con las necesidades de su época y su gente. Pero su ánimo no es el de quién entrega desde un pedestal. Por el contrario, él busca y encuentra el valor de otros talentos, otros oficios, otras inspiraciones. Posee lo que Robert Graves considera una condición necesaria para el surgimiento del genio.
Ha desarrollado toda su vida académica en Chile. Su investigación, enmarcada en el área de ecuaciones diferenciales y análisis nolineal, ha sido profunda y variada. Ha colaborado con matemáticos chilenos y extranjeros en la perspectiva de consolidar un grupo chileno de ecuaciones diferenciales, el que hoy goza de reconocido prestigio a nivel mundial.
Su más importante contribución en matemática la hizo en el estudio de perturbaciones singulares y fenómenos de concentración en ecuaciones diferenciales parciales. En conjunto con Manuel Del Pino, propuso la nueva idea de usar un enfoque variacional local para tratar el problema de perturbaciones singulares, idea que orientó la investigación posterior de numerosos autores del área.
Ha abordado problemas clásicos de propiedades cualitativas de las soluciones de ecuaciones en derivadas parciales, dando miradas nuevas que resultaron clave en la orientación de la investigación en sistemas elípticos de muchos autores.
Durante los últimos años, Patricio ha dedicado su atención al estudio de una nueva clase de ecuaciones, que involucran operadores elípticos totalmente nolineales. Estos operadores aparecen en una variedad de problemas relacionados con economía y finanzas, y desafían a la teoría existente por su estructura no variacional.
A lo largo de toda su carrera, ha tomado responsabilidades con miras a fortalecer el sistema de investigación científica a nivel del Departamento de Ingeniería Matemática (DIM) de la Universidad de Chile y a nivel nacional. Fue Director del DIM y tomó parte en la creación y consolidación del Centro de Modelamiento Matemático. Fue presidente de la Sociedad de Matemática de Chile. Ha participado en numerosas instancias de evaluación y adjudicación de proyectos en Conicyt y Mecesup, llegando a formar parte del Consejo Superior de Ciencias de Fondecyt. En 2005, fue elegido miembro correspondiente de la Academia Chilena de Ciencias y recientemente- ha asumido responsabilidades a nivel internacional, como miembro del Comité Regional para América Latina y El Caribe de ICSU y sirviendo como Punto Focal de la Academia Chilena de Ciencias en el Grupo de Trabajo por Mujeres en Ciencias de IANAS. Actualmente, también participa como investigador asociado del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile, en el área de Enseñanza y Aprendizaje.
Ha sido profesor entusiasta y comprometido de cientos de estudiantes de ingeniería, siendo distinguido con varios premios a la excelencia docente, pero también ha realizado docencia a adultos sin orientación matemática en el programa de Magister en Gestión y Políticas Públicas, y a profesores de enseñanza básica en ejercicio. A nivel de formación de investigadores, ha guiado a numerosos alumnos en su memoria de ingeniería matemática y en su tesis de doctorado, cuyo éxito se aprecia con el logro de sus estudiantes: los más jóvenes, siguiendo su doctorado en universidades de prestigio internacional, y los más maduros, matemáticos consolidados, entre los que se encuentran Salomé Martínez y Alexander Quass.
Hace algunos años dedica sus conocimientos, su capacidad de aprender y liderazgo, a la preparación de los profesores para enseñar matemática desde una perspectiva nacional. Estando en la plenitud de su carrera de investigador en matemática decidió hacer un aporte a esta tarea de plazos ingratamente largos. Su aproximación al tema ha sido intensa y original y se ha convertido en un ejemplo para otros matemáticos que están aportando simultáneamente a la investigación y educación matemática, colaborando directamente con los educadores, creando redes de trabajo extraordinariamente fecundas, cultivando confianzas, estableciendo puentes de respeto y compromiso entre dos mundos tradicionalmente divorciados, vinculando este trabajo con el desarrollo internacional en la materia, al más alto nivel.
En cuanto a los logros en este ámbito se deben mencionar la organización de numerosos eventos en los que el tema central es la preparación de profesores para enseñar matemática, la participación en charlas y conferencias difundiendo el trabajo realizado, la dirección de proyectos de investigación y desarrollo, la publicación de artículos de investigación y opinión y la edición de libros para estudiantes de pedagogía.
Al respecto, especial mención se debe hacer de tres importantes resultados:
En primer lugar, el libro Una ventana al mundo, publicado por la Academia Chilena de Ciencias. Un proyecto que fue dirigido y editado por Patricio, que presenta la experiencia de 6 matemáticos chilenos en su viaje por centros internacionales para conocer cómo se forman los profesores de educación básica para enseñar matemática.
En segundo lugar, la elaboración de estándares para la formación de profesores de educación básica, encomendada por el Ministerio de Educación al CIAE y CMM de la Universidad de Chile y al CEPPE de la Universidad Católica, donde Patricio fue el coordinador del proyecto, formando un equipo compuesto por matemáticos y educadores matemáticos que tuvo a cargo la elaboración, la discusión y socialización de los estándares para el área de matemática. Estos estándares describen lo que los estudiantes de pedagogía en educación básica deberían estudiar para enseñar matemática de primero a sexto año básico. Este documento, que ya está aprobado por el Ministerio de Educación y será publicado en las próximas semanas, dará inicio a un proceso de cambios curriculares con enorme impacto nacional en un área de la educación especialmente deficitaria en nuestro país.
En tercer lugar, se destaca la dirección de varios proyectos de investigación y desarrollo, siendo el más importante un proyecto Fondef en el cual convocó a más de 15 matemáticos y a otros tantos educadores matemáticos para elaborar material de apoyo a la formación disciplinaria y pedagógica de los futuros profesores y profesoras de matemática de enseñanza media. Como producto de este proyecto, que se extendió por más de tres años, se escribieron 14 monografías de matemática y un libro de estudio de casos. Esta colección que ya tiene publicados 8 títulos, tendrá impacto nacional e incluso en la región latinoamericana, proveyendo de material propio, con autores nacionales, aportando conocimientos e identidad de nuestros futuros profesores.