¿Cómo se forma a quienes educan en sexualidad desde un enfoque de derechos y diversidad? La primera jornada organizada por el CIAE y Chile Necesita ESI abrió un espacio clave para repensar la educación sexual desde la formación docente y el trabajo colaborativo.

Con una amplia convocatoria de estudiantes, académicos, docentes, activistas y representantes de organizaciones civiles, el pasado jueves y viernes se realizó la Primera Jornada de Educación Sexual Integral, organizada por Anita Tobar y Bárbara Berger, del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile y la Fundación Chile Necesita ESI. La actividad fue un espacio de diálogo y reflexión interdisciplinaria en torno a los principales desafíos de la ESI en Chile, con un foco especial en la formación docente como herramienta transformadora para las aulas y la sociedad.
La Educación Sexual Integral es un enfoque pedagógico que entrega conocimientos, habilidades y valores sobre sexualidad desde una perspectiva de derechos, género, diversidad y bienestar. Así lo explicó Martín de la Sotta, representante de la Fundación Chile Necesita ESI: “La ESI promueve el desarrollo pleno y responsable de las personas a lo largo de su vida”.
En este sentido, la formación docente aparece como una de las principales dimensiones a fortalecer si se busca implementar la ESI de manera efectiva y situada. Para Anita Tobar, investigadora del CIAE, “para que la ESI se enseñe de manera segura y responsable, es indispensable que la academia investigue cómo formar de la mejor manera a las y los docentes que están hoy a cargo de acompañar a sus estudiantes, para así ofrecerles herramientas que sean adecuadas a su etapa de desarrollo”.
Tobar agregó que esta primera jornada se propuso precisamente como “un espacio de diálogo sobre cómo investigar colaborativamente, desde distintos sectores, para lograr este objetivo”, destacando así el valor de la articulación entre la academia, las organizaciones sociales y las comunidades educativas.
La actividad abordó temáticas clave como la formación docente (tanto inicial como continua), los desafíos pedagógicos de la ESI y la necesidad de trabajar por una educación sexual inclusiva. Según Bárbara Berger, parte del equipo organizador, “priorizamos la identificación de temáticas que se estuvieran trabajando desde distintos sectores, con el fin de generar espacios de colaboración entre el mundo académico y no-académico”.
La jornada también puso en evidencia la importancia de generar vínculos sostenidos entre instituciones de educación superior y organizaciones de la sociedad civil. En palabras de Anita Tobar: “La investigación en ESI es un claro ejemplo de cómo la academia puede nutrirse del trabajo que se ha hecho desde las escuelas y las organizaciones civiles para apoyar el desarrollo de una mejor educación y una sociedad más justa”.
Con este tipo de iniciativas, el CIAE, junto a Chile Necesita ESI, transfiere conocimiento entre distintos actores sociales y educativos, avanzando hacia la construcción de una educación más justa, inclusiva y basada en evidencias.
“La vinculación con organizaciones como Chile Necesita ESI, una fundación con trayectoria y potencial para el cambio social, es importante porque promueve un quehacer académico situado y responsable, que esté alineado con la realidad de nuestra sociedad y las necesidades de las niñas, niños y jóvenes que hoy requieren de nuestro trabajo y nuestro cuidado”, concluyó Anita Tobar.
Carlos Cid
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