El análisis de más de 890 mil estudiantes de enseñanza media, a lo largo de una década, muestra que mujeres y hombres eligen cursos electivos de manera estereotipada, y que esta segregación de género entre áreas del conocimiento es particularmente fuerte en colegios de nivel socioeconómico alto. La cultura escolar y la presencia de mujeres docentes en matemáticas emergen como factores decisivos para abrir trayectorias más diversas.

En pleno periodo en que miles de jóvenes deben escoger sus electivos en 3° y 4° medio, decisión que influye en sus futuras vocaciones universitarias, una nueva investigación del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile advierte un fenómeno persistente: las elecciones siguen estando fuertemente determinadas por estereotipos de género, y estas brechas no se explican por diferencias en el rendimiento previo de las y los estudiantes ni por la oferta de cursos electivos de los establecimientos.
El estudio analizó las trayectorias de más de 890 mil estudiantes de enseñanza media científico-humanista pertenecientes a nueve cohortes. Los resultados son contundentes: las estudiantes optan en mayor medida por electivos de Artes (15% más), Filosofía (22% más) y Lenguaje y Literatura (20% más), mientras que los varones se inclinan por Matemáticas (23% más), Ciencias (4% más) y Educación Física (21% más).
“Estas diferencias no se explican por talento o rendimiento, sino por estereotipos que se transmiten y reproducen en el hogar y en los espacios educativos”, señala Lorena Ortega, investigadora del CIAE y coautora del estudio.
La paradoja del nivel socioeconómico
Uno de los hallazgos más llamativos es que las elecciones más estereotipadas se intensifican en establecimientos de nivel socioeconómico alto. “En contextos con más libertad de elección, los estudiantes tienden a reforzar identidades tradicionales de género”, explica Ortega.
En Ciencias, sin embargo, la brecha disminuye: en colegios de mayor nivel socioeconómico aumenta el número de mujeres que eligen Biología y Química. Aun así, los hombres casi nunca cruzan hacia áreas históricamente feminizadas. “Esto responde a incentivos de estatus y expectativas laborales asociadas”, agrega Catalina Canals, investigadora del CIAE y académica de la Universidad de O’Higgins.
Cuando la cultura escolar cambia, cambian las trayectorias
El estudio también muestra que la cultura escolar puede actuar como un motor de transformación. La presencia de docentes mujeres en matemáticas aumenta significativamente la probabilidad de que las estudiantes elijan electivos de esta área sin disminuir la participación de los hombres.
Asimismo, existe un efecto generacional: cuando cohortes previas de mujeres optaron por electivos STEM, las más jóvenes están más dispuestas a seguir esos caminos.
Impacto en el futuro académico y laboral
Las elecciones de electivos en 3° y 4° medio tienen efectos directos en las trayectorias educativas y ocupacionales posteriores. “En Chile, no cursar asignaturas científico-matemáticas limita el acceso a carreras con mejores salarios y mayor empleabilidad”, señala Alejandra Mizala, Prorrectora de la Universidad de Chile e investigadora del IE/CIAE. Así, estas decisiones, lejos de ser neutras, contribuyen a la persistencia de brechas de género en educación superior y en el mercado laboral.
Entre las recomendaciones, el equipo investigador plantea promover culturas escolares inclusivas, visibilizar modelos de rol femeninos en STEM e incorporar desde edades tempranas actividades que cuestionen estereotipos.
“Ampliar las elecciones académicas es clave para garantizar trayectorias diversas y potenciar el desarrollo del país”, enfatiza Matías Montero, investigador del IE/CIAE y coautor del artículo.
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