Imagina a un niño de cuatro años que lee con fluidez los grandes clásicos de la literatura, o a una niña de seis que resuelve con facilidad problemas matemáticos complejos. Estos niños y niñas con altas capacidades están presentes entre nosotros, pero muchas veces pasan desapercibidos dentro de un sistema educativo que no está diseñado para responder a sus necesidades.

Las altas capacidades se refieren a aquellos estudiantes que muestran un rendimiento excepcional en una o más áreas, destacándose notablemente en comparación con sus compañeros. Estas habilidades sobresalientes pueden manifestarse en áreas como el lenguaje, las matemáticas, las artes o el deporte.

Sin embargo, el sistema educativo tradicional no está preparado para enfrentar las demandas de estos estudiantes. El entorno escolar estándar no ofrece el nivel de desafío que requieren. Como resultado, muchos de estos jóvenes se sienten subestimados, lo que puede generar desinterés, desmotivación y, en algunos casos, un rendimiento académico inferior a su potencial real. Sin el estímulo adecuado, los estudiantes con altas capacidades pueden perder el entusiasmo por aprender y dejar de explorar sus talentos de manera plena.

En la actualidad, la mayoría de las instituciones educativas carecen de programas o recursos específicos para identificar y apoyar a estos estudiantes. Además, la formación de los docentes en este ámbito es limitada, lo que dificulta la implementación de estrategias pedagógicas efectivas que puedan atender sus necesidades particulares.

Para abordar esta brecha en la política educativa nacional, en diciembre de 2024 se presentó un Proyecto de Ley que reconoce y promueve las “Altas Capacidades” de niños, niñas y adolescentes en Chile (ver AQUÍ). Este proyecto tiene como objetivo establecer mecanismos para el desarrollo de estas capacidades, permitiendo, de ser aprobado, la aceleración y adecuación curricular de los estudiantes según sus necesidades, lo que les permitirá avanzar de curso, nivel o materia de acuerdo con su ritmo y potencial. Este proyecto cuenta con el respaldo transversal de parlamentarios de distintos sectores políticos, lo que refleja un consenso en torno a la importancia de atender a este grupo de estudiantes.

Actualizar la legislación chilena para reconocer y apoyar a las y los estudiantes con altas capacidades no solo responde a una necesidad de justicia social, sino que también representa una inversión en el futuro del país. Al garantizar que cada niño y niña tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial, Chile podrá formar una sociedad más innovadora, dinámica y preparada para enfrentar los desafíos del futuro.