El evento contó con la participación de destacadas autoridades, como José García Ruminot, presidente del Senado; Alejandra Arratia, subsecretaria de Educación; Arturo Barrios, asesor de gabinete del MINEDUC; y Osvaldo Corrales, Rector de la Universidad de Valparaíso.
En la Biblioteca del Senado se llevó a cabo la Primera Jornada de Neurociencia y Educación, un encuentro organizado por el Ministerio de Educación (MINEDUC) con el objetivo de vincular los avances en neurociencia con el ámbito educativo, en un esfuerzo por construir una educación basada en la evidencia.
Uno de los momentos clave de la jornada fue la mesa redonda titulada “Aportes de la neurociencia en el conocimiento del aprendizaje y su aplicación en contextos educativos”, en la cual participó el Doctor Paulo Barraza Rodríguez, Profesor Asociado del Instituto de Estudios Avanzados en Educación (IE) y Encargado del Laboratorio de Neurociencias, Cognición y Educación (LANCED) del CIAE de la Universidad de Chile. Durante su intervención, Barraza abordó el potencial de la neurociencia como una herramienta orientadora en la educación, destacando que, si bien la neurociencia puede ayudar a comprender los procesos neurobiológicos que subyacen al modo en que los seres humanos aprendemos en contextos sociales, como cuando alguien nos enseña, la implementación estos hallazgos debe ser contextualizada por educadores. En este sentido, plantea que la investigación neurocientífica es una luz orientadora para corregir trayectorias, pero no es el camino en sí mismo. El camino de la educación siempre lo trazarán los profesionales de la educación. Asimismo, enfatizó la importancia de construir un puente entre la investigación científica y la práctica pedagógica para enfrentar los desafíos complejos del aula.
La jornada incluyó exposiciones de la Universidad de Valparaíso, como el Dr. Pablo Moya y el Dr. Alberto Moreno Doña, quienes abordaron avances, limitaciones y confusiones en la relación entre neurociencia y aprendizaje. Además, se presentaron modelos exitosos como el Plan lector de Talagante y el programa Manzana Colorada, centrado en la relación entre emociones y aprendizaje. Con más de 50 asistentes, el seminario se consolidó como un espacio de diálogo e intercambio entre especialistas, docentes y autoridades, buscando integrar la neurociencia en estrategias pedagógicas innovadoras que impacten directamente en las comunidades escolares.
El aporte de todas y todos los expertos en esta jornada subraya la necesidad de fomentar una colaboración interdisciplinaria en la educación, donde la ciencia sirva como brújula para decisiones informadas, pero siempre contextualizadas por la experiencia de quienes trabajan día a día en el aula. Finalmente, el Dr. Barraza recalca que la neurociencia, con su capacidad para ofrecer una comprensión profunda de los procesos neurobiológicos que sustentan el aprendizaje y la enseñanza, puede funcionar como una brújula para orientar decisiones informadas en Educación. Sin embargo, la implementación y contextualización de esos conocimientos recae en los educadores, quienes poseen la experiencia y sensibilidad necesarias para abordar las complejidades del aula.