Convocados por la Red Por un Chile que Lee y la UNESCO, diversas autoridades políticas, premios nacionales, autoridades de universidades, líderes sociales y otras personalidades del mundo académico, de la cultura y las artes, se congregaron en el ex Congreso Nacional con el fin de apoyar la firma del Compromiso Nacional por el Aprendizaje Lector, en un hito de articulación que marca un consenso transversal.

Lograr que, al año 2030, todos los niños y niñas del país aprendan a leer comprensivamente antes de terminar 2º año básico es la meta del Compromiso Nacional por el Aprendizaje Lector. Promovido por la Red Por un Chile que Lee y la Oficina regional de la UNESCO en Santiago, este compromiso -que se firmó este viernes 22 de agosto en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional-, busca movilizar a todos los niveles del Estado y la sociedad para hacer de la lectura una prioridad nacional.
Participaron de la actividad y entregaron su fuerte compromiso, el Ministro de Educación Nicolás Cataldo; la directora de UNESCO Santiago, Esther Kuisch Laroche; los senadores José García Ruminot y Claudia Pascual; los alcaldes Claudio Castro de Renca y Agustín Iglesias de Independencia; los exministros de Educación Mariana Aylwin, Raúl Figueroa, Harald Beyer y Sergio Bitar; el ganador del Global Teacher Prize 2024, Patricio Vilches -quien entregó un emotivo testimonio destacando el poder transformador de la lectura-, periodistas, deportistas, académicos y cientos de representantes de la sociedad civil, entre otros.
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, se refirió a la importancia de los acuerdos: "valoramos el respaldo transversal en el que se sustenta este Compromiso Nacional por el Aprendizaje Lector. Nos esperanza ver hoy en esta Sala a representantes del mundo educativo, la academia, a autoridades actuales y pasadas de todo el espectro político, así como también a organizaciones de la sociedad civil comprometiéndose genuinamente por avanzar hacia una mejor educación. Ese es el camino correcto que debemos transitar como país, porque la educación es una tarea de Estado, que nos convoca a todos y todas".
A quienes estuvieron presentes hoy en el ex Congreso se sumaron más de un centenar de líderes educativos y decanos de educación que ya firmaron el compromiso, representantes de las más de 100 organizaciones que impulsan la Red por un Chile que Lee, entre ellas Fundación Olivo, Fundación Rassmuss, Fundación Araucanía Aprende, Educación 2020, Instituto Natura, Aptus, EducaAraucanía, Enseña Chile, Biblioteca del Congreso, Fundación CMPC, Desafío Levantemos Chile, SUMMA, entre otros, y universidades como la Universidad Católica de Chile, a través de la Escuela de Gobierno; la Universidad de Chile, a través del CIAE; y la Universidad de los Andes, todos quienes responden a la realidad urgente de que más de la mitad del estudiantado de 4º básico no comprende textos acordes a su nivel.
“Desde la UNESCO celebramos este Compromiso como un ejemplo concreto de articulación entre el Estado y la sociedad civil en torno a una meta país que refleja un consenso transversal. No se trata sólo de enseñar a leer, sino de garantizar que cada niño y niña comprenda lo que lee para desenvolverse plenamente en la vida y participar activamente en la sociedad. Reafirmamos nuestro compromiso de acompañar a Chile en este desafío con evidencia y cooperación regional”, señaló Esther Kuisch Laroche, directora de la Oficina Regional de la UNESCO en Santiago.
El Compromiso invita a cada actor a suscribir al Plan de Acción compuesto por siete pilares, que abarcan desde la formación docente, la evaluación periódica, la atención del rezago a tiempo y la participación de las familias y educadores en la primera infancia, hasta el acceso equitativo a materiales y espacios de lectura. Éstos son: (1) Priorizar y difundir la meta nacional de aprendizaje lector; (2) Monitorear y reportar periódicamente el avance hacia la meta; (3) Asegurar la calidad de la enseñanza de la lectura y escritura en las aulas, a través de enfoques, prácticas, metodologías y formación docente efectiva, basadas en evidencia; (4) Actuar desde la primera infancia y con las familias; (5) Identificar y atender a tiempo a cada estudiante en situación de rezago lector; (6) Promover el acceso a libros, bibliotecas y experiencias de goce y fomento lector, incluyendo a familias y mediadores, y (7) Reconocer y difundir los avances graduales en la enseñanza de la lectura como ejemplos que promuevan aprendizajes para llegar a la meta nacional.
“Este hito marca un paso central en este compromiso país, la presencia de tantas personas de distintos ámbitos y esferas del quehacer nacional, desde distintos lugares y posturas, marca la vocación de articulación transversal público privada para lograr esta gran meta que ahora tenemos que empujar todos juntos: que todos los niños y niñas de Chile comprendan lo que leen. Estamos seguros que si todos nos movilizamos como ciudadanos y en nuestros distintos roles, en torno a estos 7 pilares, vamos a lograr esta meta transformacional de nuestro sistema educativo y de nuestro país”, señaló Carolina Andueza, presidenta de la Red Por un Chile que Lee.
La académica de la Escuela de Gobierno UC y directora de Por Un Chile que Lee, Susana Claro, señaló que la meta para el año 2030 es la siguiente: que, desde entonces, todos los niños y niñas que estudien en Chile puedan leer comprensivamente un texto apropiado para su edad antes de terminar 2do básico. “La lectura a tiempo es un elemento clave para muchas de las prioridades ciudadanas, incluyendo cohesión social, seguridad, y crecimiento. Y por eso nos hemos puesto este desafío que parece un pequeño paso, pero será transformador en la vida de miles de niñas y niños, y de Chile”, señaló.
Por su parte, Juan Pablo Valenzuela, director del CIAE, hizo énfasis en que “Estado, academia y sociedad civil debemos trabajar juntos para acompañar a las escuelas y a las familias con el objetivo de que ningún niño ni niña quede atrás en su derecho a comprender lo que lee antes de terminar el segundo básico. Esta es una tarea país con sentido de urgencia y nuestra meta es lograrla antes de 2030. La evidencia nos muestra que sólo con colaboración sostenida y apoyo a las comunidades educativas podremos avanzar en mejorar las trayectorias educativas de todas y todos”.
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